Un grupo de médicos en China, retiraron de la cabeza de un hombre tres clavos de 10 centímetros de largo.
El sujeto le pidió a los doctores que no dieran aviso a la policía, justificando que él mismo se los había clavado.
Lo extraño es que el sujeto insiste a los doctores para no realicen la denuncia a la policía. Sin embargo, los médicos que lo atendieron creen que el crimen había sido perpetrado por alguien más, debido a la gravedad de las lesiones.
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